Como se ha mencionado en la sección anterior, dos estructuras subcorticales, en particular, son importantes para que el alumando participe. La activación de estas estructuras desencadena una respuesta diferente: la amígdala produce una respuesta de evitación y el núcleo accumbens una respuesta de aproximación .
Miedo o ansiedad activa la amígdala, una estructura subcortical en forma de almendra involucrada en la detección de estímulos emocionales (negativos) (Kolb 2019:53; Dumonthheil & Mareschal 2020:30; Ward 2020:31). La amígdala, por ejemplo, es responsable de iniciar la respuesta de lucha o huida.
Cuando se detecta una situación o evento amenazante, las neuronas en la amígdala comienzan a dispararse y activan una reacción en cadena que resulta en la liberación de norepinefrina, un neurotransmisor y hormona del estrés. La norepinefrina activa la división simpática del sistema nervioso autónomo, que despierta el cuerpo para la acción: lucha o huida. Esta reacción asigna todos los recursos atencionales a la amenaza y al manejo de la situación. Este fenómeno también se llama secuestro de la amígdala porque la amígdala se hace cargo, sin dejar espacio mental para involucrarse con otra cosa que no sea la situación amenazante. Desde una perspectiva evolutiva, este mecanismo de secuestro de la amígdala es vital para nuestra supervivencia.
The same can happen in classroom situations (Blakemore & Frith 2005:177; Churches 2017:104). When a student is – for some reason – fearful or anxious, he or she will not be able to engage optimally with the learning opportunities in your classes. The student cannot attend to the learning opportunity because the amygdala affects the working memory system, located in the lateral prefrontal cortex (LPFC). The fear or anxiety limits the access to working memory, and the student will have difficulty holding or manipulating information. As we will see in the module on attention/concentration, working memory is also a component of the attention network in the brain. The student will also struggle to maintain his or her attentional focus.
As such, these negative emotions and feelings prevent the student from engaging in learning. In addition, a study by Luria et al. (2021) has shown that punishment also activates the amygdala, resulting in avoiding a learning opportunity.
Finalmente, la investigación ha demostrado que la amígdala muestra una mayor sensibilidad a los estímulos emocionales durante la adolescencia y la adultez emergente (Sato et al. 2008). Por lo tanto, es crucial fomentar un clima de aprendizaje positivo en su clase en el que los estudiantes se sientan seguros.
La recompensa, o mejor la anticipación de la recompensa , activa el núcleo accumbens, una estructura subcortical que forma parte del sistema de recompensa del cerebro (Galvan, 2018:151-178; Kolb et al., 2019:431-434; Gazzaniga et al., 2019: 50; Ward, 2020: 432-433). El sistema de recompensas es fundamental para nuestro deseo de acercarnos y experimentar el mundo que nos rodea y las oportunidades que nos ofrece. Cuando algo es gratificante, estamos más ansiosos por emprenderlo o hacer un esfuerzo adicional. El concepto de recompensa debe interpretarse aquí en un sentido amplio: recibir dinero, ganar puntos, comida sabrosa, pero también lograr una meta, dominar algo, elogio, gratificación, etc.
Animals engage in a wide range of voluntary behaviors because those behaviors are rewarding That is, these behaviors increase the activity in neural circuits that function to maintain an animal’s contact with certain environmental stimuli, either in the present or in the future. Presumably, the animal perceives the activity of these circuits as pleasant. This conclusion would explain why reward can help maintain not only adaptive behaviors (…), but also potentially non adaptive behaviors. – Kolb et al. (2019:431)
Un neurotransmisor importante en el circuito del sistema de recompensa es la dopamina. Los axones de las neuronas dopaminérgicas ubicadas en el tronco encefálico (área tegmental ventral) se esparcen por todo el cerebro (ver Figura 4) y modulan múltiples funciones cerebrales como el movimiento, la adicción, la recompensa, el estado de ánimo y la memoria. Más específicamente, la dopamina parece intensificar la actividad en una red neuronal (Gazzaniga et al., 2019: 533-537). Sin embargo, investigaciones recientes muestran que las respuestas de dopamina varían entre las personas y que el alumnado reaccionará de manera diferente a las recompensas. Por lo tanto, no hay una talla única para todos.
El sistema de recompensas y el aprendizaje.
La recompensa, o mejor la anticipación de la recompensa , activa el núcleo accumbens, una estructura subcortical que forma parte del sistema de recompensa del cerebro (Galvan, 2018:151-178; Kolb et al., 2019:431-434; Gazzaniga et al., 2019: 50; Ward, 2020: 432-433). El sistema de recompensas es fundamental para nuestro deseo de acercarnos y experimentar el mundo que nos rodea y las oportunidades que nos ofrece. Cuando algo es gratificante, estamos más ansiosos por emprenderlo o hacer un esfuerzo adicional. El concepto de recompensa debe interpretarse aquí en un sentido amplio: recibir dinero, ganar puntos, comida sabrosa, pero también lograr una meta, dominar algo, elogio, gratificación, etc.
¿Qué sucede exactamente en nuestro cerebro? Cuando se espera que una oportunidad de aprendizaje sea gratificante o beneficiosa de alguna manera, activa las neuronas dopaminérgicas en la red del sistema de recompensas. Como consecuencia, nos involucramos más en la experiencia de aprendizaje. La dopamina liberada por las neuronas dopaminérgicas intensifica la actividad en las redes neuronales y refuerza así el aprendizaje en el que estamos comprometidos. La activación del sistema de recompensas también potencia nuestras redes atencionales. Cuando estamos interesados y comprometidos con una experiencia de aprendizaje, estamos más ansiosos por prestar atención a esta experiencia. Como veremos en el siguiente módulo, dirigir nuestra atención también es importante para el aprendizaje y facilita una mejor formación de la memoria.
La expectativa de recompensa crea así una respuesta de acercamiento y nos motiva a comprometernos más con la oportunidad de aprendizaje. Por lo tanto, los maestros necesitan obtener respuestas de enfoque.
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