B. ¿Qué creen otros educadores sobre los neuromitos?

En la última década se han realizado numerosas encuestas en más de 20 países de todo el mundo para medir la prevalencia de las creencias de los neuromitos.

Una idea errónea generada por un malentendido, una interpretación de una lectura equivocada o una cita errónea de hechos establecidos científicamente (por la investigación del cerebro) para defender el uso de la investigación del cerebro en la educación y otros contextos.
Neuromyths among educators (Torrijos-Muelas et al., 2021). Ferrero et al. (2016) realizaron un metanálisis exhaustivo para informar sobre la influencia cultural en la prevalencia de 12 neuromitos entre los docentes, como algunos otros habían sugerido previamente (Pasquinelli, 2012 ; Howard-Jones, 2014 ; Deligiannidi y Howard-Jones, 2015 ; Pei et al., 2015 ). Los hallazgos de Ferrero (Ferroro et al., 2016) mostraron la presencia de diferencias transculturales incluso para neuromitos con respuestas consistentes en diez países (Reino Unido, Países Bajos, Grecia, Turquía, Perú, Argentina, Chile, otros países latinoamericanos, China, Estados Unidos y España). Sin embargo, como afirman los autores, se pueden encontrar malentendidos generalizados similares en los neuromitos en diferentes países (Dekker et al., 2012 ; Howard-Jones, 2014 ; Gleichgerrcht et al., 2015 ; Ferrero et al., 2016 ;Bailey et al., 2018). Desde 2016 se dispone de mucha más información científica sobre los neuromitos, dado el avance significativo y exponencial de la neuroeducación. Howard-Jones, PA (2014) menciona que los docentes de países con culturas muy diferentes han revelado niveles igualmente elevados de creencia en varios neuromitos (TABLA 1). Esta prevalencia puede reflejar el hecho de que la neurociencia rara vez se incluye en la formación de los docentes, quienes por lo tanto están mal preparados para ser críticos con las ideas y los programas educativos que reclaman una base neurocientífica.

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